Desde el fondo de los días de luna nueva, te imploro que me contestes,
Desde la lejanía del venido a mas he de reencarnar diez veces en un gato negro para verte por sobre tus aptitudes y bondades y cruzarme frente a ti de ser necesario.
Te odio y te agradezco, ya que entiendo que por encargo de la rechoncha y fantasmal figura de abuela ausente haz hecho tu aparición en escena por el resto de la temporada, mínimamente. Te imploro que no dejes de protegernos y respetarnos dentro del marco de tus atribuciones y esperanzas.
Solidaria es mi desazón cuando refieres la más tenue de las voces, y tengo que descubrirte a base de neurosis en las verdades de ángel y propósito. Es más de lo que soñé y es que ya sabía de ello, cuando negué a mi noche el reflejo de la razón por sobre el confort de no pensar ciertas cosas.
He dado 8272 pasos y un golpe en la pared para ladrar dentro de esta bolsa sin esperar siquiera tu confirmación en este mundo. He pensado 9 horas y 27 minutos en la cercanía dentro de todo y la lejanía por encima de nada más que de nosotros dos, he visto morir mi último fulgor de esperanza de este año con certeza de que no habrá otro más después. Aun así, estaré pendiente.
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