jueves, noviembre 11

non sequitur

cocani que cocinas espinas al devenir
haces arbol en las excequias de tu funeral,
testigo de momentos sacros del parto,
no a la coronacion, y si a la muerte del recien nacido.

esa es y fué la sazon por la que estoy en vida,
fue la unica espereza restante de la permanencia en soledad resistida,
fue la inmisericórdica, anódina y fulgural sensacion de arritmia a estribor que rostizó nada
fue la relacion entre todas y cada una de sus partes en tanto producto y no como resultado,
y no como resultados, sin la zoantrópica mano del dios que ha condimentado los medios en estricta pertenecia a los motivos,
y no como resultados, ni bebo consecuencias.
produzco nada, bebo solo y no como resultados.

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