se puede combinar la naturaleza de la palabra,
se puede retornar al instinto gutural,
se puede condicionar el fantasma a su sabana,

es más complicado sentirme terriblemente mal por las ganas de sangre que te tengo hoy,

ayer en la segunda llegada donde sueles llegar ya había convencido a mi tristeza insomne de estar enferma y de tener sueño; pero el momento mas grande ha sido primero pues reclamaste tu lugar y derribaste bocas alumnas hasta el final de mis pelotas.

ya no hay sonrisa que aquel mal alumno mande matar pues un cuerpo muerto sonrie diciendo: llora, llora complicada prosa latina, tu no me has lavado con lavandina, no has aromatizado con nada y has muerto con todo,
por que no hay nadie quien lea el hambre de sazón que nos enloquece, donde quiere y donde puede,
y no hay nadie que piense en tu demencia que me hiere.