Sociedad daliniana de restos purificadores,
haz cantado ante mi frontera demente y replantada,
y quiza solo asi obtuviste esa mierda tan pura,
replicando de la tumba en que te sepulto el obispo,
y cuando alcanzamos la victoria contra los mares arrancados de gente,
es que decantamos en un antagonismo más radical, casi un auto-obstaculo a los dias sin maneras,
y no nos permitiremos alcanzar la plena identidad con nosotros mismos,
el momento de la victoria es el momento de la pérdida mayor....
la capacidad fantasmatika de no ubicar que nunca habíamos tenido aquello que se supone hemos perdido...
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