y cuando el eco prodigioso de nuestras horas de compañia ejercida a la fuerza se multiplicó,
la reminisencia de eternidad que se purificaba sobre mi pulsion se colmó de expectativas inalterables para cualquiera de los dos.
y cualquier mensaje que se asesore con la alquimia de la inmoratlidad, habrá de decantarse en un elixir de color ocre que grite eternamente su eternidad para que algun dia lo purifique y la serene.
somos dos y no te conozco.
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