
yo no avanzo, señor dulce, recuerdo valeroso, triste esqueleto cantor,
pues todos los dias amanezco a ciegas a trabajar para vivir
y tomo el desayuno, sin probar ni una gota de el, todas las mañanas.
mientras la esperanza plañe entre algodones a la tarde paso 16 veces por el suelo empatrullado,
y se esta casi ausente de la olorosa verdad tocada en vivo,
pues sin las plumas viajeras este damero textil de virgen mestiza, es un poducto del perverso desgaste que da a la muerta lo inmortal,
y que no pudo caer ni a lloros de angel cuando dijo que el cecilio si sabia pintar,
y a cuyo lado el destino no pudo entrometer ni uno solo de sus dedos,
asi, muertos inmortales,
asi nos levantaremos cuando se nos de la gana...
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