hasta aca resuenan las margaritas de fulgurante ocre que deje marchitarse en tu pecho aquel dia que volvia al sur, nunca imagine que la saliva de mi propia boca terminaria siendo el elemento que regocije en tu alma la cruel salida del espacio en el que habitaba el porvenir; creo que en algun instante de locura la clara condicion de duda que resono en mis pupilas magneticas, lloraron el desfile de signos incestuosos que malviven en las teclas de tu ordenador, y fue el final del dia lo que marco otro abismo de insondable alevosia; deje en el marco de tu ventana un hongo de desayuno y muchas danzas para conjuarar magos ceramicos, sin apellidos ni adicciones y anteriores al exodo...
ahora vuelvo a donde vuelvo siempre,
para ser alla lo que dejo aqui,
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario