...para devenir una identidad diferenciada, se requiere una política de identidad multiplesca que no tenga la función social de crear sentidos identitarios y lealtades homogeneas (ejercito, escuela), ademas, deberá figurarse estrategias para impedir ese desliz "por abajo de la puerta" de representaciones hegemonicamente patriarcales, como los derechos a la ciudadania por ejemplo, y otras perspectivas desde donde se imagine a la nación en un contexto masculinizado, jerarquizado y racializado; fuertes condimentos de la idea occidental.
esta comunidad imaginada no debería determinar el modo en que la nación o la patria llegue a ser entendida, sino llevarnos por la deconstruccion de la estria de las relaciones personales y de la comunidad local; propongo que atravéz de la cicatriz que en las comunidades andinas figura como nuwasiña, o desde la modalidad del chchawarmi u otras tantas, entender las políticas de la ciuadadania para que no transiten una idea sexualizada, pudiendo valerse de este instrumento multiplescamente devenido en reivindicaciones pepitorias de cada situación.
Así cada vez mas, volver supletorias aquellas modalidades donde se determinan dimensiones políticas implícitas ambivalentes y colusorias, es decir, que los hombres ya no adquieran esos imaginarios conflictuados por su inmersion al occidente epistemologico, que transmiten despues a sus legatarios cuando vuelven a su comunidad, casi al mismo tiempo que les transmiten enfermedades venéreas a sus mujeres.
redhibir al momento de transfigurar el significado del indio, ya sea como la revalorización del termino en el cual es oprimido (como indios nos esclavizaron, como indios nos liberaremos), o como la estrategia de una microfísica del poder mucho mas sutil e indiferente frente al poder, y mas venenosa y empática en sus recursos fronterizos, todo esto sin la inocencia rutinaria ante los mecanimos de escalofrio hegemonico, y tampoco sin la dualidad occidental opositiva; podria decirse que se conjura una política de indigeneidad que esta por venir y que rompe el enlace con el pasado romántico de pueblos distintos, que mantienen la idea de marginación y señalan la distancia exacta entre metrópolis y campo siendo esto nada mas que un desproposito !!...
esta comunidad imaginada no debería determinar el modo en que la nación o la patria llegue a ser entendida, sino llevarnos por la deconstruccion de la estria de las relaciones personales y de la comunidad local; propongo que atravéz de la cicatriz que en las comunidades andinas figura como nuwasiña, o desde la modalidad del chchawarmi u otras tantas, entender las políticas de la ciuadadania para que no transiten una idea sexualizada, pudiendo valerse de este instrumento multiplescamente devenido en reivindicaciones pepitorias de cada situación.
Así cada vez mas, volver supletorias aquellas modalidades donde se determinan dimensiones políticas implícitas ambivalentes y colusorias, es decir, que los hombres ya no adquieran esos imaginarios conflictuados por su inmersion al occidente epistemologico, que transmiten despues a sus legatarios cuando vuelven a su comunidad, casi al mismo tiempo que les transmiten enfermedades venéreas a sus mujeres.
redhibir al momento de transfigurar el significado del indio, ya sea como la revalorización del termino en el cual es oprimido (como indios nos esclavizaron, como indios nos liberaremos), o como la estrategia de una microfísica del poder mucho mas sutil e indiferente frente al poder, y mas venenosa y empática en sus recursos fronterizos, todo esto sin la inocencia rutinaria ante los mecanimos de escalofrio hegemonico, y tampoco sin la dualidad occidental opositiva; podria decirse que se conjura una política de indigeneidad que esta por venir y que rompe el enlace con el pasado romántico de pueblos distintos, que mantienen la idea de marginación y señalan la distancia exacta entre metrópolis y campo siendo esto nada mas que un desproposito !!...
como mezclar el poder sin impotencia?
y conjurar palabras que no sonarían en nuestras bocas si es que no las pronunciamos,
como romper el delgado hilo que separa la gruesa idea de el indigenismo místico y avanzar por una senda entre las ch'uspas y el chat, los yatiris y el stencil,
cartografiando categorías sociales lejos del escencialismo radical,
concibiendo el deseo de políticas identitarias llenas de cierres mas que de aperturas,
cierres no absolutos, pero si definitivos,
sin la viudez de que algún día el camino nos lleve dentro de los números y letras de historiadores modernos, no importa,
lo importante es llegar a una aldea cerca de la lengua de adán,
sin indios ni jaqi...
(parte del articulo de la revista "carne de achachila" año 1 no 3. publicado por comunidad y desarrollo, autor e. A.)


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