es el padre de tres ideas y solo dos brazos,
echado junto a piedras de rió caudaloso,
sin sombras en la tumba de gloria,
y me fui de ahi por un rato,
pero allí dejé junto a los habitantes de las casas sin recuerdo,
mar de convulsivo aliento,
y ahora que veo la violencia,
siento que no eran más de mil esqueletos los que llamaron a casa ese día,
y ellos hablaban y hablaban sin pedir favores al principio,
después, su pudor les iba diciendo que se acabaría su mundo cuando mi corazón temblara,
y cuando tembló,
el tiempo dio luz verde a los arboles sin pensión vitalicia,
para que arranquen de los esqueletos la traición de familia.
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