obstinados son mis pecados y cobardes mis arrepentimientos
q me hacen pagar en demasia por mis confesiones,
....eso si, siempre regreso al lodoso camino,
creyendo q por viles llantos lavaré todas las faltas...
un dia vi en aquel parnaso a la primera mujer, aquella llamada Lilith,
quien mecio mi espiritu y forjo el metal de mi voluntad,
desde ese dia desciendo paso a paso hacia el pueblo de Edom,
sin horror, guiado a traves del hedor de las tinieblas,
robando al pasar un placer clandestino,
que en mi cerebro se agita como un pueblo de demonios,
y cuando respiro,
la muerte en mis pulmones desciende,
como rio invisible de sordos lamentos.....
y al final despues de muerto,
solo queda aquella luna negra,
emacipada del dios que la obligo q ser lo que nunca quizo...
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