jueves, octubre 18

Lo abismal de las singularidades no es lo extremo.



Las figuraciones de un espacio (pollitico/cultural) compuesto de tres anécdotas: el lugar, la hora y el elemento, como referencia en la travesía, son estrellas que estan por venir, pues el cielo sufre de sus puntos cardinales y de sus constelaciones, sobre las que saltan demonios, con una alegria desconocida, componiendo el paisaje de hombres despiertos.

El sujeto "histórico" de la máquina binaria ha profundizando crítica y políticamente un espacio secundarizado, y a ratos troglodita, para los que está permitida la sospecha; se podrá plantear la posibilidad de ejercer nuevos modos de relación y nuevas estrategias mejor infectadas de aire, inclinación, suspenso y caida profunda, mucho más rebeldes, menos recuperables, para que al final el fuego, soluble, ame apasionadamente la tierra.

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