Su calladita ausencia anuncia un tiempo de desiciones suspendidas.
Saber que está triste, nos pone tristes. No es su culpa, es nuestra y del resto.
Tamaña paciencia para la distancia que nos convoca tan frágilmente a la media noche.
Amar su lenguajito y su rubicundo corazón.
Kilita we'll miss you.

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