"Se dice que Mulá Nasrudín, era un inconformista, básicamente reaccionario, una mente absolutamente negativa. Si su padre le decía: -“Tienes que ir a la derecha"- se podía estar seguro de que iría a la izquierda. Muy pronto el padre se dio cuenta, y entonces no hubo más problemas. Cuando quería que fuera a la derecha, le decía: -"Por favor, ve a la izquierda" - y él iba a la derecha, ya que en realidad, estaba desobedeciendo. Era un inconformista, pero estaba totalmente inconsciente de que le estaban ordenando, mandando, controlando, y que estaba haciendo justamente lo que el padre quería que hiciese. Lentamente se empezó a dar cuenta y pensó para sí: - “¿Qué pasa? Antes mi padre solía enojarse cuando me ordenaba que fuera a la derecha y yo iba a la izquierda. Yo sigo tan desobediente como siempre, pero ahora nunca se queja"- Y tras un corto tiempo se dió perfecta cuenta de la estrategia que su padre usaba. Un día el anciano padre y Nasrudin estaban cruzando el río con su burro, el que cargaba una gran bolsa de azúcar. La bolsa se inclinaba más hacia la derecha, y corría peligro de resbalar, caer al río y perderse el azúcar. El padre iba detrás y sabía que si decía que moviera la bolsa a la izquierda, el hijo tan extraño que tenía, inmediatamente la movería hacia la derecha, y la bolsa caerá al río perdiéndose todo el azúcar. Así que gritó: -“NasrudÍn, mueve la bolsa a la derecha”- esperando que la iba a mover a la izquierda, según su experiencia previa. Pero para aquel entonces NasrudÍn también se había dado cuenta. Le dijo: -“Muy bien”- Y movió la bolsa a la derecha, por lo que, finalmente, la bolsa cayó al río. El padre le dijo: -“¿Qué pasa, ya no vas a desobedecerme más?”- A lo que Nasrudín, respondió: “De ahora en adelante, voy a decidir cada vez si soy obediente, o no. No tendré ninguna filosofía fija, sino que actuaré de acuerdo a la situación, porque has sido astuto conmigo, me has estado engañando. ¡Soy tu hijo y aún así me has estado engañando! Me has estado ordenando de tal manera que al desobedecerte te obedecía. De hoy en adelante estaré alerta; puedo obedecer, puedo desobedecer. Desde hoy ya no seré predecible, controlable, no estaré más en tus manos.” (thnx ser rizomatiko)
...resistir con sutil potencia transforma y envenena al virus de la logica dominante, que se vuelve en su contra y habla el mismo idioma.
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